Reflexiones sobre la conferencia de César Bona
por Diego Arrebola Gómez
Interrumpo mis batallitas (amenacé con continuarlas y pienso cumplirlo) para hacer algunas reflexiones al hilo de la conferencia que César Bona dio en Tías el 7 de febrero sobre sus prácticas educativas. Supongo que a estas alturas todos saben que este señor es un maestro de primaria aragonés, que es el único español propuesto para el Global Teacher Prize, una especie de Nobel mundial de la educación. (A la hora de terminar mi artículo se sabe que no podrá conseguirlo ya que no ha pasado el corte de los 10 finalistas).
Asistencia y buenas prácticas.
El teatro de Tías estaba casi lleno. La mayoría éramos docentes, como se pudo comprobar cuando pidió que nos levantáramos. Supongo que la categoría del conferenciante y la fama de que venía precedido era motivo suficiente para ello. También sospecho que la mayoría fue con el ánimo de “tomar recortes”, para poderlos incorporar a su práctica educativa. Esto lleva implícita la idea de que una buena manera de perfeccionarnos es aprender unos de otros. Este tema es el motivo fundamental de mi reflexión.
César es un caso excepcional. Si yo siguiera en activo creo que algunas de las cosas que destacó me hubieran sido útiles para incorporarlas a mi quehacer diario. Pero tal vez no podría seguir lo fundamental de sus proyectos por no sentirme capaz de ello. Podríamos comprobar lo que afirmo preguntando a los/as docentes asistentes qué han incorporado a su práctica. Posiblemente unas de las formas de incorporar más sería a través del trabajo en equipo. Me hubiera gustado que al final de la charla se hubiera abierto un coloquio, pues tenía algunas preguntas que hacer. Con seguridad las respuestas a las mismas se pueden encontrar en sus libros (que yo no he leído) y en la infinidad de artículos y entrevistas que hay en internet sobre cómo organiza su aula.
Ahora bajemos al mundo más prosaico de nuestro quehacer diario. En nuestra isla, incluso en nuestro propio colegio, pueden existir buena prácticas que sería muy útil extenderlas. ¿Se procura que ello suceda? En el año 2012 participé en unas Jornadas de Buenas Prácticas organizadas por el CEP de Lanzarote. Presentaba una plataforma (Edmodo) que me estaba dando magníficos resultados. La asistencia era ínfima, en realidad casi solo éramos los ponentes y algún miembro del CEP. Hice esfuerzos por extenderla antes de jubilarme, pero sin éxito. En el artículo que escribí en Jameos del 2014 también hablé sobre las buenas prácticas. Sigo manteniendo sobre el perfeccionamiento del profesorado las mismas ideas que defendí allí. Creo que es obvio que todos necesitamos reflexionar y mejorar mucho en este aspecto.
Muy brevemente paso a resumir lo fundamental que yo entendí de su conferencia.
Actitud y perseverancia:
César dijo que el maestro tiene que tener actitud y, que si se da cuenta de que no la tiene, debería abandonar la profesión, ya que el niño no tiene la opción de dejar de ser alumno. Esta afirmación levantó un aplauso espontáneo. No creo que tal como anda el mundo laboral lo vaya a hacer nadie, si no es a cambio de algo más lucrativo. Pero sí creo que al menos podemos pedir que, si no se aman los colores, por lo menos se sude la camiseta. Esta profesión es muy especial, por actuar sobre personas en momentos muy influenciables y hay que tener un cuidado exquisito.
En cuanto a la perseverancia, poco que decir. Todos sabemos que el éxito es proporcional al trabajo y a veces necesita de un esfuerzo y una constancia enormes.
Creatividad y curiosidad:
Estos puntos son, a mi modo de ver, ejes fundamentales de su quehacer docente. Interesan mucho más que el puro currículo.
Expresión oral.
Cuando preguntó a quién de los asistentes se le había enseñado en la escuela a hablar en público, sólo una persona levantó la mano. Creo que huelga hacer comentarios.
Deberes
Dijo que cada día dejaba unos 20 minutos en clase para hacerlos y que después había que organizarse bien en casa para tener un horario de trabajo adecuado. Yo entono el mea culpa porque mi práctica docente no ha coincido siempre con lo que voy a decir, pero cada vez soy más enemigo de marcar deberes para casa. No voy a enrollarme de por qué pienso así. Sólo diré que es la conclusión a la que me han llevado mis años de docencia y mis reflexiones.
Formar buenas personas
Esto es fundamental. Coincido plenamente con él. Si este fuera el objetivo de la educación quizás no estaríamos hablando de tantos problemas como tenemos hoy. Yo añado además, que reflexionen y que intenten ser felices.
Nada más compañeros/as, como dije, en internet hay multitud de información sobre la práctica docente de César, solo pedir que si alguno/a de los asistentes encuentra errores o disiente, puede incorporar sus reflexiones en los comentarios.
Un saludo y feliz Semana Santa.
por Diego Arrebola Gómez
Interrumpo mis batallitas (amenacé con continuarlas y pienso cumplirlo) para hacer algunas reflexiones al hilo de la conferencia que César Bona dio en Tías el 7 de febrero sobre sus prácticas educativas. Supongo que a estas alturas todos saben que este señor es un maestro de primaria aragonés, que es el único español propuesto para el Global Teacher Prize, una especie de Nobel mundial de la educación. (A la hora de terminar mi artículo se sabe que no podrá conseguirlo ya que no ha pasado el corte de los 10 finalistas).
Asistencia y buenas prácticas.
El teatro de Tías estaba casi lleno. La mayoría éramos docentes, como se pudo comprobar cuando pidió que nos levantáramos. Supongo que la categoría del conferenciante y la fama de que venía precedido era motivo suficiente para ello. También sospecho que la mayoría fue con el ánimo de “tomar recortes”, para poderlos incorporar a su práctica educativa. Esto lleva implícita la idea de que una buena manera de perfeccionarnos es aprender unos de otros. Este tema es el motivo fundamental de mi reflexión.
César es un caso excepcional. Si yo siguiera en activo creo que algunas de las cosas que destacó me hubieran sido útiles para incorporarlas a mi quehacer diario. Pero tal vez no podría seguir lo fundamental de sus proyectos por no sentirme capaz de ello. Podríamos comprobar lo que afirmo preguntando a los/as docentes asistentes qué han incorporado a su práctica. Posiblemente unas de las formas de incorporar más sería a través del trabajo en equipo. Me hubiera gustado que al final de la charla se hubiera abierto un coloquio, pues tenía algunas preguntas que hacer. Con seguridad las respuestas a las mismas se pueden encontrar en sus libros (que yo no he leído) y en la infinidad de artículos y entrevistas que hay en internet sobre cómo organiza su aula.
Ahora bajemos al mundo más prosaico de nuestro quehacer diario. En nuestra isla, incluso en nuestro propio colegio, pueden existir buena prácticas que sería muy útil extenderlas. ¿Se procura que ello suceda? En el año 2012 participé en unas Jornadas de Buenas Prácticas organizadas por el CEP de Lanzarote. Presentaba una plataforma (Edmodo) que me estaba dando magníficos resultados. La asistencia era ínfima, en realidad casi solo éramos los ponentes y algún miembro del CEP. Hice esfuerzos por extenderla antes de jubilarme, pero sin éxito. En el artículo que escribí en Jameos del 2014 también hablé sobre las buenas prácticas. Sigo manteniendo sobre el perfeccionamiento del profesorado las mismas ideas que defendí allí. Creo que es obvio que todos necesitamos reflexionar y mejorar mucho en este aspecto.
Muy brevemente paso a resumir lo fundamental que yo entendí de su conferencia.
Actitud y perseverancia:
César dijo que el maestro tiene que tener actitud y, que si se da cuenta de que no la tiene, debería abandonar la profesión, ya que el niño no tiene la opción de dejar de ser alumno. Esta afirmación levantó un aplauso espontáneo. No creo que tal como anda el mundo laboral lo vaya a hacer nadie, si no es a cambio de algo más lucrativo. Pero sí creo que al menos podemos pedir que, si no se aman los colores, por lo menos se sude la camiseta. Esta profesión es muy especial, por actuar sobre personas en momentos muy influenciables y hay que tener un cuidado exquisito.
En cuanto a la perseverancia, poco que decir. Todos sabemos que el éxito es proporcional al trabajo y a veces necesita de un esfuerzo y una constancia enormes.
Creatividad y curiosidad:
Estos puntos son, a mi modo de ver, ejes fundamentales de su quehacer docente. Interesan mucho más que el puro currículo.
Expresión oral.
Cuando preguntó a quién de los asistentes se le había enseñado en la escuela a hablar en público, sólo una persona levantó la mano. Creo que huelga hacer comentarios.
Deberes
Dijo que cada día dejaba unos 20 minutos en clase para hacerlos y que después había que organizarse bien en casa para tener un horario de trabajo adecuado. Yo entono el mea culpa porque mi práctica docente no ha coincido siempre con lo que voy a decir, pero cada vez soy más enemigo de marcar deberes para casa. No voy a enrollarme de por qué pienso así. Sólo diré que es la conclusión a la que me han llevado mis años de docencia y mis reflexiones.
Formar buenas personas
Esto es fundamental. Coincido plenamente con él. Si este fuera el objetivo de la educación quizás no estaríamos hablando de tantos problemas como tenemos hoy. Yo añado además, que reflexionen y que intenten ser felices.
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Diego Arrebola Gómez
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Animamos a participar a todo el profesorado en esta sección, bien en el apartado de comentarios en cada artículo, y/o escribiendo artículos para su publicación y enviándolos a bibliotecaceplanzarote@gmail.com o agueher@gobiernodecanarias.org.
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