HADAS DE ABRILMil hadas vuelan en las tardes de abril. Se envuelven en gotas de lluvia y retozan sobre los campos que empiezan a llenarse de flores.
"En cada flor hay un hada", decía mi abuela cuando tocaba lo pétalos o las hojas de los árboles. Luego daba toda una lección de botánica o hacía una profunda disertación sobre las propiedades de cada planta.
Son incontables las hadas de abril.
Se visten con los colores que roban a los pétalos de las flores.
Se esconden en los recodos del jardín, entre las gotas del rocío, en las chispas de luz que rebotan en los charcos.
Viven en los sueños.
"Las hadas de abril son sabias", mi abuela reía bajo y decía mientras cortaba las rosas para hacer los ramos y adornar la casa. luego nos relataba algún cuento o nos recitaba un hermoso poema. Nos dormíamos en su regazo y olvidábamos todos los miedos.
Mucho tiempo había pasado. En un estante olvidado estaba el libro que me regaló un día mi abuela. lo contemplé con cierta nostalgia. pensé en releer algún párrafo. Cuando lo abrí, encontré el pétalo de una flor. Recordé el día en que ella lo puso en aquella página. Ese día descubrí el poder que tenían las palabras para enseñarnos, para descubrirnos cómo es el mundo.
Cuando levanté aquel ajado pétalo para oler su aroma marchito, la vi. Era un jirón de luz ajado. Se desperezó y sonrió. El hada tenía la misma cara que mi abuela.
El hada de la sabiduría vive en abril.
ERNESTO RODRÍGUEZ ABAD
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