Competencias del neuroeducador/a
Afortunadamente, el puente entre la neurociencia y la educación es cada vez más cercano. Pero para que la información se transmita de forma adecuada y no caigamos en neuromitos o falsas verdades, necesitamos personas que sean capaces de transferir la información entre estas dos disciplinas tan dispares que utilizan lenguajes distintos. Y ahí es donde aparece la figura de lo que llamamos neuroeducador, una persona capaz de enseñar basándose en los conocimientos reales que disponemos sobre el funcionamiento de nuestro cerebro. Un cerebro muy plástico que nos permite aprender durante toda la vida y que es único y singular, lo cual abre las puertas de una educación más justa e inclusiva. Todos podemos ser neuroeducadores en nuestras aulas.
Y entre las múltiples aportaciones de la neurociencia que nos pueden ayudar a mejorar las clases, señalamos estas cinco propuestas de Francisco Mora (2013):
Empieza con algo provocador. Una frase, una imagen o una reflexión que no les deje indiferentes.
Conecta con la vida de tus alumnos. Presenta problemas que les afecten y hazlo de forma que lo vean interesante.
Haz que quieran y puedan hablar. Crea un clima en el que no exista el miedo a expresarse y deja espacio para que construyan sus argumentos.
Introduce incongruencias. El mundo está lleno de ellas. Usa la contradicción, novedad, sorpresa, desconcierto o incertidumbre.
Evita la ansiedad. Reduce la presión y no pongas en evidencia a tus alumnos. Nadie aprende así.
La neuroeducación no es una moda pasajera, es una realidad que ha venido para quedarse. Conocer cómo funciona nuestro cerebro, puedes permitir mejorar la educación y nos hace personas más íntegras y felices.
fuente: https://goo.gl/9XmScQ
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