Es una pena constatar cómo en la educación se ha ido perdiendo progresivamente el arte de contar historias.
Los cuentos son algo más que meras narraciones. No buscan sólo entretener, sino también educar.
Un buen cuento también es mucho más que su simple moraleja; es una manera de perpetuar los valores importantes que se transmiten de padres a hijos.
“Este libro nace con un propósito bien definido. En él he recogido, espigando por la literatura universal, algo más de setenta historias de todos lo tiempos y lugares, de buen número de culturas y trasfondos, para acercar a los niños a una sabiduría que, antaño, transmitían los padres, abuelos y maestros, y que pretendía entretener y al mismo tiempo enseñar al niño cómo comportarse para, años después, convertirse en un adulto cabal, digno y bueno”.
César Vidal
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